La Plaza de Sta Eulalia es una de las plazas más atractivas de Palma; por dos motivos, bien diferentes, ejercía para mi una gran atracción.
uno de los motivos era contemplar la belleza de la iglesia de Sta Eulalia, única iglesia de estilo gótico mallorqui que tiene tres naves. ( las demás iglesias de Palma son de una sola nave)Las dos naves laterales (al igual que las de la Catedral) son mas bajas que la nave central, tiene dos puertas de accceso; la puerta que da a la plaza tiene unas preciosas escalinatas, que le dan un aspecto majestuoso. El interior (arriba a la izquierda) es bellísimo;el altar mayor, asi como las 7 capillas , que tiene el templo es de estilo barroco. Fué una de las primeras parroquias de Palma, ya que recovirtieron, en iglesia, la mezquita que allí había. En el exterior del templo y en su parte superior hay unas terrazas , que rodean el templo en las que se puede ver estatuas representando, dragones,arpías, y basiliscos, figuras horribles propios de los templos Medievales. La plaza en su conjunto es un sitio encantador y allí se encontraba otro de los motivos que ejercian sobre mi una atracción especial; era una heladería de helados artesanos. Cuando se entraba en la heladería, parecía que el tiempo había retrocedido,Tenía pequeñas estancias con sillas de hierro y mesitas de mármol blanco, desde donde estaba sentada se podía ver otra habitación, con ventanas grandes,, con enormes morteros de mármol, donde volcaban las almendras, ya peladas y empezaban a machacarlas con unos enormes mazos de madera,con palos largos, hasta que quedaban molidas, le ponian azúcar, la mezclaban bien con la leche que la almendra había ido soltando y ¡¡a comer el rico helado!!.Naturalmente nosotros comíamos el que ya estaba en su punto. No recuerdo haber comido un helado de almedra más rico y más natural ; quizás le faltaba la textura tan fina de los helados indutriales, pero el sabor a las ricas almendras del campo mallorqui era irrepetible.
Lo más sorprendente es que cuando servian el helado lo acompañaban con una ensaimada pequeña muy caliente, parecía terminada de hacer. Aquel contraste entre el helado y la ensaimada calentita era algo absolutamente genial.
Pienso que esta costumbre puede ser propia de la parte del Mediterráneo pues en Valencia cuando he tomado horchata, siempre me la han servido con faltones calientes y tambien es un rico contraste el frío de la horchata y le de los faltones calientes. Sea como sea lo cierto es que el helado con la ensaimada calentita era manjar de Dioses y cuando me lo estaba tomando me ponía de espaldas a la iglesia por si algun dragon de aquellos tan feos se le ocurría echarme una llamarada y me privaba de mi pecado de gula. A esta heladería íbamos con frecuencia con un compañero de Miguel y Mercedes, su mujer.
Hace unos 5 años mi hija nos regaló un viaje a Mallorca de 5 días, y lo 1º que hicimos fué ir a la plza de Sta Eulalia pero después de 25 años ya la heladería no existía; la iglesia estaba allí, tan bellísima como siempre, hasta me pareció que uno de los dragones se reía de mi.
Es imperdonable que no haya dicho como se puede llegar a la plaza de Sta Eulalia.Esta plaza por lla parte de la iglesia ,desemboca en la plaza del Cort ( Ayuntamiento)por lo tanto está también al lado de la Plaza Mayor, que es preciosa, pero lo dejaremos para otro día.
No, esto no lo conocí cuando estuvimos allí, pero ya tengo una idea gracias a la reportera dicharachera que tiene unas gafas que son una mina.
ResponderEliminar¡Gracias por estas aportaciones, guapetona!