Una de las visitas de Julián y Mari a Bilbao, la hicieron con el propósito de ir a Vitoria, ya que Julián tenía allí un antiguo compañero de trabajo, al que no veía hacía tiempo, aunque se llamaban, por teléfono, con frecuencia, Cuado este amigo se enteró que venian alguna vez a Bilbao, les dijo que, por favor, se llegaran a Vitoria que tambien era del País Vasco y que por supuesto, fuésemos Miguel y yo tambien. Así que un Domingo nos levantamos tempranito y nos dirigimos a Vitoria, donde en un pueblito, cercano a la ciudad, tienen una preciosa casa. Nos recibieron con gran calidez y cuando Miguel y yo les dimos las gracias por su invitación, el amigo de Julián nos contesto con simpatía que, "los amigos de mis amigos, son mis amigos" , Eso hizo que nos sintiéramos cómodos.
Nos tenian preparado un buen desayuno y luego nos acompañaron a Vitoria. Lo !º que nos enseñaron fue el Casco Medieval, perfectamente conservado, suelen lllamarlo "la almendra" me imagino que será por su forma. El Casco es una pasada, hay magnificos edificios civiles,palacios, casas torres,templos, comercios dedicados a la artesanía, decoración, y a la hostelería tradicional. Paseando por aquellas calles se siente una transportada a otros tiempos, por lo menos yo que soy una enamorada del Medievo, Los amigos de Julián (creo que con razón ) se mostraban orgullosos de este bien conservado Casco Medieval, según nos comentaron ellos, en 1997, había sido declarado Conjunto Monumental.
Luego fuimos a ver las dos Catedrales, Sta María, conocida como la Vieja y María Immaculada, conocida como la Nueva, La 1ª de estilo gótico y la 2ª de stilo neo gótico. esta última se empezo a construir a principio del S.XX y se terminó, hacia 1969. No pudimos entrar en ninguna de ellas, porque ya estaban cerradas, pero estuvimos viendo las dos fachadas que son impresionantes y desde luego, bellísimas.
Como ya era hora de almorzar volvimos a casa de nuestros anfitriones, donde la Sra que les ayuda en las tareas de la casa nos tenía preparada una mesa con unos ricos aperitivos y unos "calditos" de la Rioja Alavesa, para quitar el hipo, pero lo que se llevó todo nuestro agradecimiento fue un riquisimo Marmitako que esta Sra nos había preparado ¡¡Dios mío que cosa más rica !!.
Despues de dar buena cuenta de todo esto nos enseñaron su "museo gastronómico", como ellos lo llaman, y es una bodega muy bien "equipada" con los riojas y otros vinos de la tierra. llamó mi atención una pequeña habitación, con estanterías llenas de tarros de cristal con coservas que ellos mismos hacen, desde frutas, verduras y sobre todo, lomos de bonito en aceite, nos regalaron unos tarros y en mi vida he comido un bonito más rico.
Después de descansar un rato volvlmos a salir, esta vez para ver los parques que rodean la ciudad, "el cinturon verde " lo llaman. Según nuestros anfitriones, el entorno de Vitoria está rodeado de humedales que son los que dan lugar a estos 5 o 6 parques, que rodean el perímetro de la ciudad, ya que estos parques estan interconectados entre si. Por lo visto el Ayuntamiento ha intentado savaguardar los bosques y espacios naturales que rodean la ciudad. Doy fe de que lo han conseguido y no puede ser más hermoso a la vista.
De alllí fuimos a la parte más moderna de Vitoria (el ensanche). Alli estan las más elegantes tiendas de modas, los grandes centros comerciales y las afamadas confiterías. Pudimos ver en la c/ Dato las célebres figuras, creo que de bronce, una sentada en un banco y otra como si fuera andando (el caminante), cuando menos me pareció, sorprendente.
La orografía de Vitoria es muy desigual, tiene muchos desniveles y para salvarlos hay escaleras de piedra y escaleras mecánicas. que le da una fisonomía original,. Como ya ra la hora de ir de pintxos y ahi, si que hay donde escoger, cada bar o cafetería de distingue por la clase de pintxo que ofrece; unos pintxos , no solo exquisitos al paladar sino tambien a la vista. A mi me daba pena tener que deshacer entre mis dientes unas cositas tan ricas y tan bien elaboradas. Con razón
el País Vasco tiene ,bien ganada fama, por sus restauradores, y restaurantes, allí se come tanto con el paladar, como con la vista. Ya era cerca de las doce de la noche cuando nos despedíamos de nuestros anfitriones, que hicieron gala de la proverbial hospitalidad del Pueblo Vasco .Íbamos cansados pero maravillados de todo lo que habíamos visto. Yase sabe " estomaguito lleno, corazoncito agradecío"
He viajado al País Vasco, precioso lugar, gratis y con la mejor lazarillo.
ResponderEliminar¡Gracias!
Besoooooo!!!