domingo, 22 de enero de 2012

EL BOSQUE DE OMA a través de mis gafas



Otro de los sitios de increible belleza y obligada visita para quién va al País Vasco, es el Bosque de Oma. Está dentro de la Reserva de la Biosfera de Urdabaín. se accede por la carretera de Guernica a Kortezubi y se puede llegar en coche hasta el restaurante Lezika, en donde hay que dejar el coche y seguir el camino a pie.

Decir camino es ser muy optimista, porque en realidad, es un sendero de tierra en pendiente y muy escarpado, había veces que parecía que iba a rodar. No sé cuánto medirá ese tramo, lo que si sé es que se me hizo interminable, aunque se podía perdonar porque una de las mejores cosas que disfruté, fué verme rodeada de aquel bosque impresionante. El sendero termina en una especie de escalones y.....¡porfin!! llegamos al lugar donde se encuentran los "árboles pintados"nada más y nada menos que por Agustin Iborra, pintor y escultor vasco.

Nadie se puede imaginar lo que es ver aquellos árboles( fundamentalmente pinos), con sus troncos pintados; unos con figuras humanas, figuras de animales, o figuras geométricas, con unos trazos tan sencillos como su bonito colorido. Sencillamente espectacular.

Había algunos grupos de árboles que estaban señalados con flechas porque, aunque estaban pintados uno a uno (como el resto de los árboles) si te ponías donde señalaban las flechas,veías que aquellos troncos formaban una imagen completa, es decir,parecian un cuadro completo.

Para poder ver el Bosque en su totalidad hay que andar por aquellos senderos como unas dos horas, pero son dos horas impagables, porque ves un museo en plena naturaleza.

Cuando ya me venía no podía evitar volver la vista para grabar en mi retina aquel espctáculo maravilloso y único.

Un maldito día unos salvajes, entraron en aquel maravilloso lugar y se liaron a hachazos con algunos de aquellos árboles, talándolos. Yo he visto, en la tele, a Agustin Iborra llorando de dolor y rabia por la salvajada que habian hecho con algunos de sus árboles. Agustin Iborra es un comunista convencido, fué miembro fundador de la plataforma "basta ya" y del Foro de Ermua.

Ami no me gustan los politicos, los tengo catalogados en dos clases. Los politicos que viven para "servirse" de sus ideales (creo que son los más) y los politicos que viven para servir a sus ideales. El señor Iborra creo que es de los que sirven a sus ideales, por eso tiene todo mis respetos y cariño.






jueves, 12 de enero de 2012

EL CASTILLO DE BUTRON (Pais Vasco) a través de mis gafas

Si hay algo que me guste más que cualquier ciudad, (por hermosa y esprctacular que esta sea), son los espacios naturales verdes, sobre todo aquellos que la "zarpa" del hombre, aún no ha conseguido destruir.

La Cornisa Cantábrica, desde el norte de Galicia, Asturias, Cantabria, y por supuesto, el País Vasco, es un lugar privilegiado donde, aún, se puede contemplar unos paisajes, increiblemente maravillosos y donde la vista se pierde en un mar de árboles verdes. Por algo se la conoce com la Costa Verde.

En el País Vasco, en uno de estos sitios de impresionante belleza, cerca de Gatika, en medio de un parque natural, se encuentra el Castillo de Butron.

Cuando se llega a este parque natural, hay que dejar el coche e ir andando, y lo 1º que sorprende es el silencio absoluto que ahi allí; pococ a poco se va oyendo, lo que yo llamo "los sonidos del silencio", un bichillo que corre entre la maleza, la brisa que mueve las hojas de los árboles, el chasquido de una ramita que se quiebra, el rumor del río Butron, que discurre cerca de allí. ....Cuando vas absorta disfrutando de estos sonidos, levantas la cabeza y de pronto te encuentras con la inmensa mole del Castillo(de 145 metros de altura). Es de origen medieval y la imagen impresiona, bastante. Está en una explanada en un claro del bosque y se accede por una pequeña avenida jalonada de árboles, entre los que destaca un grupo de magnolios, que en aquella época estaban en flor, con sus maravillosas flores blancas que parecen de cera. Ya, una vez dentro del Castillo una guía nos condujo a un salon con asientos y por medio de un video pudimos ver, la historia del Castillo, los sótanos con las mazmorras en donde se ven soldados vigilando a los presos,todos vestidos con ropa de época, e incluso se ve un esqueleto con grilletes en las muñecas. Después, y ya a pie se van visitando, las cocinas, comedores,salones y demás aposentos, (todo ello recordando la época) y por fin se llega a las almenas, después de subir un monton de escaleras, pero merece la pena, solo por ver las vistas, espectaculares, del parque que desde allí se ven. Allí asomada se pierde la noción del tiempo, y si una se descuida se puede imaginar que es Dª Guiomar, con sus largas trenzas doradas, esperando a su caballero templario, que viene montado en su caballo, de vuelta de alguna guerra.

Este Castillo, que data del S.XIII,ha estado cerrado algunas veces y ha tenido muchas restauraciones, la última en 1,974, donde la firma, propietaria del edificio, lo preparó de manera que ofrecía cenas medievales, los fines de semana , con los sirvientes vestidos con trajes de la época, También ofrecía torneos, recuerdo que fuimos tres veces y tenian bastante éxito.

Era una pasada visitar aquello ; pero ahora vuelve a estar cerrado e incluso la firma propietaria lo ha sacado ha subasta, quizás porque ya no va tanta gente, y es una pena, porque es una visita que te transporta a otros tiempos y solo el sitio donde está el Castillo enclavado, merece ser visitado.

miércoles, 4 de enero de 2012

EL MUSEO GUGGEHEIM A TRAVÉS DE MIS GAFAS



Si desde jejos el museo me pareció, impresionante, de cerca lo ví descomunal. Lo 1º que llama la atención son las escalinatas de acceso, que en cualquier edificio público, suelen tener las escalinatas hacia arriba, para resaltarlo, en este caso las escalinatas de acceso, son descendentes.¡y que escaleras!, parecen una especie de anfiteatro en semicírculo, con unos peldaños comodísimos. Según me enteré, el arquitecto tuvo que hacer las escalinatas en sentido descendentes, para salvar el desnivel, tan grande,que hay desde la calle hasta la Ría, a cuya orilla está el museo. Una vez que se bajan estas escaleras, se entra al atrio del museo, que de momento me dejó "apabullada". Lo 1º que percibes es una explosión de luz, gracias a las vidrieras de cristal traslúcido.

Las galerías expositivas están a tres niveles, a las que se acceden a traves de pasarelas curvas,ascensores acristalados y torres de escaleras. En la 1ª planta ( una vez atravesado el atrio de entrada)hay salas de enorme amplitud , 10 de estas salas son de forma octogonal y las más "normalitas", porque tienen aspecto de museos" normales", solo que mas grandes de lo habitual; pero hay otras 9 o 10 que son bastantes más irregulares, en especial una de ellas, llamada" galería Pez" que tiene 130 metros de longitud, por 30 de ancho, que va desde debajo del puente, hasta la torre.

En conjunto el edificio, por dentro, me recordaba, las películas del espacio, por ejemplo,Metrópolis que tenía pasarelas y puentes atravesando el espacio, y yo, una hormiguita, correteando todo aquello. Para mi, el museo, en cuanto al continente, un SOBRESALIENTE. En cuanto al contenido,para mi,un SUSPENSO. A este respecto y ( como muestra ) diré que recuerdo un cuadro que era más grande que cualquier pared de una habitación de mi casa, todo pintado de azul añil y en medio un ladrillo chorreando pintura blanca,¿ Hay algún "entendido" que me explique que quería decir aquello?Yo tengo un explicación y es que como el museo es de estilo vanguardista y yo ya soy un "poquitin" mayor aún estoy en la retaguardia y por eso no lo entendía.

Tengo que decir, que el museo tiene, también, un restaurante, dos cafeterías y una librería, y vuelvo a insitir, que el museo es de lo más espectacular que he visto y que sólo verlo merece la pena y sobre todo que para Bilbao ha sido una de las mejores cosas que le han pasado, el turismo se ha incentivado, el Ayuntamiento, ha puesto todo su empeño en poner Bilbao a la cabeza de las grandes ciudades y el 20 de Junio del 2010 le fué entregado un premio,considerado com el premio Nóbel de urbanismo.

Me estoy dando cuenta que hablando de Bilbao, me olvido de todo lo demás . Lo demás es nada más y nada menos que comentar que tal les fué a mis amigos ,Julián y Mari en su visita a los museos. Para ellos la visita al museo de Bellas Artes fué tan detenida ó más que la mía. Ellos si entienden de pintura y saben apreciar este o aquel detalle de cada cuadro y su autor. Como es lógico les encantó, tanto los cuadros expuestos como el edificio. La visita al Guggeheim la dejamos para la tarde, recogimos a Miguel en el trabajo para ir a almorzar al casco antiguo .Fuimos a un resturante pequeño, pero encantador y pedimos cada uno un plato distinto, para compartir( como solemos hacer cada vez que salimos en Sevilla a comer) y asi degustamos, todos, unas ricas cocochas de bacalao al pil-pil, merluza en salsa verde, , pimientos del piquillo rellenos de carne de txangurro y chipirones en su tinta, exquisito todo y regado con txacolí (con D.O).después de comer nos fuimos al Guggeheim, com es natural quedaron impresionados de la grandiosidad del edificio y aunque los cuadros expuestos, no les agradó mucho, no dudaron en reconocer, que solo poder ver el museo merecía la pena la visita.

Se quedaron tan entusiamados, con todo lo que vieron, que prometieron volver y asi lo hicieron en distintas ocasiones, mientras estuvimos allí, y yo pude disfrutar de su compañía.