viernes, 30 de agosto de 2013

Comer en Santiago de Compostela a través de mi paladar

Durante algunas semanas hemos alimentado nuestro espíritu con la maravillas de la Catedral de Santiago, sus fachadas exteriores y las hermosas plazas y monumentos que la rodean; ahora haremos un paréntesis en las visitas a esta mágica ciudad monumental y alimentaremos nuestro cuerpo comiendo en Santiago.
En mi tierra decimos " estomaguito lleno, corazoncito alegre" y no hay nada más alegre y satisfactorio que comer en el Restaurante Paz Nogueira, un sitio donde, indiscutiblemente, se come bien, buena cocina, productos de 1ª calidad, un trato muy agradable al cliente y muy bien de precio. eso es lo que opinamos, Miguel, sus compañeros y yo.
Me van a permitir hacer un inciso para aclarar esta predilección por el "Paz Nogueira". Miguel ha trabajado más de 20 años en una empresa que le suele hacer, la fontanería, el aire acondicionado y la red contra incendios a las Obras que el Corte Inglés tenía y tiene por todo el País; Miguel iba de Encargado, y cuando empezó a trabajar en estas Obras, mi hija tenía 11 años, por lo que ella y yo nos quedamos en Sevilla tanto para proseguir sus estudios, como para no alejarla de sus raíces y su ambiente; Miguel alquilaba un piso, allá donde le tocaba de ir a trabajar y mi hija y yo nos íbamos con él en las vacaciones de Navidad, Semana Santa y el verano; Miguel venía a Sevilla cada 15 días. Cuándo mi hija cumplió 18 años me dijo que ella ya era capaz de arreglárselas sola y yo debía de irme con su padre para que no estuviese tan solo y así estaríamos los dos juntos.
Ahora éramos Miguel y yo los que veníamos a Sevilla cada 3 semanas para ver a nuestra hija, unas veces entren, otras en avión y las más , " carretera y manta", en nuestro coche.
de esta manera he conocido toda España, que fue siempre mi ilusión; conocer las ciudades, paisajes, costumbres, y las buenas gentes de mi País; y bien que lo he conseguido. Yo suelo decir, en broma, que he viajado por toda España, gracias al Corte Inglés, que ademá ha pagado todos los gastos de mis viajes.
Cuando enviaron a Miguel a Santiago se hospedaba en un Hostal mientras encontraba un piso para alquilar y fue en este Hostal donde le recomendaron para comer , el restaurante Paz Nogueira, a Miguel le encantó tanto la comida, como el precio, se lo dijo a sus compañeros, a los que también les gustó y Miguel fue corriendo la voz, entre los trabajadores de la Obra, pintores, escayolistas, carpinteros, electricistas y ¡¡hasta a lo jefes!!.
 La Obra  del Corte Inglés y el restaurante de Paz Nogueira, estaban en la misma Avenida y en la misma acera, Miguel tuvo la suerte de encontrar un piso de alquiler en la misma Avenida, solo que en la acera de enfrente y yo me fui con él . Recuerdo que a la hora de almorzar me asomaba a la terraza y me reía, porque, los trabajadores, parecían un hormiguero de hormiguitas "atómicas" con sus cascos, dirigiéndose al mismo sitio a comer,
El Paz Nogueira está en un barrio periférico  de Santiago, a unos 2 km del centro de la ciudad, concretamente, al pie de la rotonda de Ocastiñeiriños, en la bifurcación  de la carretera de Ourense y la rúa de A Estrada; a pesar de no estar en el mismo centro de la ciudad, ya por aquel entonces era un restaurante, que tenía un gran renombre, sin grandes pretensiones, pero muy confortable, con un magnífico plantel de camareros; al frente de él estaba Eduardo ( hijo de Paz Nogueira), que con el tiempo, no solo nos servía de comer, sino, lo más importante, nos dio su cariño y su amistad, por supuesto esto era mutuo por parte de Miguel y los "sevillanos", como él nos llamaba, se le notaba la simpatía que tenía por los sevillanos y los sevillanos convirtieron el Paz Nogueira en su 2ª casa.
El restaurante abría todos los días  y cerraba los Domingos a partir de las 8 de la tarde y los lunes ,todo el día. Los " sevillanos" solíamos reunirnos los domingos al atardecer, en uno de los salones  del piso superior del restaurante, empezábamos tomando unos ricos vinos de Ribeiro, blanco o tinto, que nos tomábamos en las típicas tacitas, acompañadas de pinchos riquísimos de empanadas, ó pulpo" a feira" que en el Paz Nogueira eran únicos, por el exquisito sabor que le daba el pimentón con un toque ahumado, que solo se lo daban en aquel restaurante; también tomábamos ricas croquetas de gambas, almejas del carril en salsa,  en fin una serie de pinchos riquísimos. Cuando las personas que quedaban en  el bar del restaurante se marchaban y ya cerraban el restaurante, algunos camareros se subían arriba y se sumaban a nuestra reunión, donde las mujeres cantábamos y bailábamos sevillanas. Uno de los camareros, tocaba la gaita, era de los que siempre se unía a nosotros  y con su gaita nos tocaba aquellos aires gallegos tan bonitos y alegres. Eran unas reuniones en donde nos lo pasábamos genial y Eduardo contribuía con su gentileza, a que tuviéramos un espacio para reunirnos y recordar nuestra tierra.
Los sábados y domingos, Miguel y yo aprovechábamos para recorrer y conocer Galicia, pero cuando  hacía mal tiempo nos quedábamos en Santiago y solíamos comer en el Paz Nogueira, en donde nos ponían unos menús a la carta, para chuparse los dedos.
Recuerdo los platos principales como el exquisito bacalao al horno , o a la allada, el rape con vieiras , merluza con grelos ó a la allada y sobre todo las parrilladas de mariscos y muchas más. Recuerdo con gratitud que cuando mi hija vino a Santiago con Juan, Eduardo nos invitó a una parrillada de lujo, siempre tenía con nosotros detalles delicados. Hace unos 6 años Miguel tuvo que ir a A Coruña y , ´como no fue a Santiago para comer en "nuestro" restaurante  que le han hecho reforma y está estupendo. Ahora atiende también al cliente el hijo de Eduardo, que ya es la 4ª generación del inolvidable Paz Nogueira, en donde aún recuerdan a los "sevillanos"

 
 
 
 
 



sábado, 24 de agosto de 2013

Fachada y plaza de platerias a través de mis gafas


Si nos situamos en el centro de la Plaza de Platerías, podemos observar que la fachada está delimitada por la Catedral y el claustro, en dos de sus lados. En esta fachada podemos contemplar la única puerta románica que aún conserva la Catedral. Según algunos autores la fachada de platerías, con sus esculturas, posee una estrecha relación con las esculturas del Palacio de la Colegiata de san Isidro de León, otra de las joyas del Arte Románico.
Esta fachada es la más antigua de la Catedral de Santiago de Compostela, comenzándose a construir en el año 1,o75. Según la tradición, los peregrinos entraban a la Catedral, por la puerta Norte ó de Azabachería, para lavar sus pecados, como símbolo de lo negro y salían, ya purificados, por la puerta Sur de Platerías, como símbolo de lo blanco. Contigua a la Catedral se encuentra, la Casa del Cabildo con motivos típicamente compostelanos.
Plaza de Platerías: Esta plaza es la más pequeña de las 4 plazas que rodean la Catedral y está situada al frente de la fachada Sur  de la Catedral, al final de unas escalinatas de piedra del S.XVIII y debe su nombre de Platerías a los talleres de plateros y orfebres, que durante la Edad Media se situaban bajo los soportales del claustro; hoy día, siguiendo la tradición, hay allí bonitos comercios con objetos de plata, primorosamente trabajados, para admiración de propios y extraños y para adquirirlos, si "la bolsa sona" .
En el centro de la plaza se halla la Fuente de los Caballos, obra de J. Pernas de 1825; es una de las fuentes más famosas de la ciudad, de estilo barroco compostelano; los 4 caballos de la fuente echan chorros de agua por la boca; por encima de los caballos se alza un pedestal con el arca Mormónica rematada por una figura femenina, que con el brazo alzado sostiene la estrella de Compostela.
Inspirado en esta plaza y en su vecina plaza de la Quintana, Federico García Lorca, ( un enamorado de Santiago de Compostela,), escribió su maravilloso poema "Danza de Lúa en Santiago", en la que menciona la fuente de los caballos de Platerías("¿Quién hiere potro de piedra, en la misma fuente del sueño?") y sigue (" es la luna, es la luna, en la Quintana de los muertos"), en clara alusión a la plaza de la Quintana.
A la izquierda de la plaza de Platerías tenemos, el término occidental del claustro de la Catedral de maravilloso estilo plateresco y en la confluencia de Platerías con la Plaza de la Quintana, está la célebre Torre del Reloj, que comparten las dos plazas, Esta Torre del Reloj recibe el popular nombre de La Berenguela, porque el fue el arzobispo Berenguer de Landoria quien acabó su construcción en el S.XIV; por aquel entonces era solo un robusto cubo gótico, defensivo, coronado de Almenas, cuya altura era inferior a la posición actual del Reloj. El arquitecto Diego de Andrade convirtió la Torre en una de las más hermosas de Europa. Sobre el cubo gótico original instaló un primer cuerpo cuadrado perforado de pórticos y sobre él, un cuerpo octogonal rematado con una linterna que se enciende durante el Año Santo para indicar el Camino a los peregrinos. Baldaquinos y Torretas completan la ascensión, con decoración de motivos jacobeos.
La Torre alberga la campana mayor de la catedral, conocida también, como la Berenguela, la originaria de 1.678 se rajó y fue sustituida por la actual que suena con un "do" profundo cuando el reloj del S.XIX, con su única aguja marca las horas. Cuentan que si alguna media-noche en vez de tocar doce campanadas, toca trece es porque el demonio gozará de una hora mágica, para andar suelto y hacer de las suyas.
Torre en Platerias
Torre en Quintana


 



domingo, 18 de agosto de 2013

Plaza y fachada de la Azabacheria através de mis gafas

La Plaza norte de la Catedral se llama, realmente, plaza de la Inmaculada, pero es conocida por su popular nombre( azabachería), debido a la tradicional presencia de talleres dedicados al azabache. Hoy en día aquellos talleres artesanos se han transformado en buenos comercios donde se pueden adquirir magníficas joyas adornadas con "piedras" de azabache, que le dan un toque de elegancia.
En la plaza de la Azabachería desemboca el último tramo urbano de los Caminos, por donde, primitivamente, llegaban franceses e ingleses; es, por lo tanto, la 1º fachada de la Catedral que veian los peregrinos que llegaban de esa parte del Camino. Aunque hoy día, la mayoría de los peregrinos, siguen de largo y prefieren entrar a la Catedral a través de la fachada del Obradoiro y el Pórtico de la Gloria, se sabe que, durante la Edad Media, los peregrinos, entraban por la admirada Puerta del Paraíso, de la fachada norte de la Catedral. Esta fachada la describe el célebre Códice Calixtino del S.XVII, diciendo que es " una obra de mármol profusamente labrada, con escenas del Génesis que iban de la Creación al pecado Original,
En esta Puerta del Paraíso (como símbolo de purificación, por sus pecados), los peregrinos se desprendían de sus ropas a los pies de la Cruz de los Farrapos," que tomó este nombre de los harapos que allí dejaban los peregrinos ( pienso que la llamada purificación, era más literal que espiritual). En la Plaza ante esta Puerta estaba la Fons-Mirábilis, ( fuente hoy trasladada al claustro); esta fuente sorprendía, gratamente, a lo s peregrinos con su agua, y les daba la oportunidad de refrescarse, después de desprenderse de los harapos, antes e entrar en la Catedral.
Alrededor de esta fuente se vendían las célebres conchas de los peregrinos, zapatos, bolsas de piel y toda clase de hierbas medicinales.
Un incendio destruyó la Puerta románica y la construcción de la nueva fachada barroca, desplazaron piezas originales hacia la fachada de Platerías. La fachada actual de la plaza de la Azabachería, se levantó entre 1,757 y 1,770, sobre un diseño de Ferro Caaveiro, para uniformar la plaza, igualar el esplendor que acababa de conseguir el vecino Monasterio de San Martin de Pinario y ampliar el palacio Arzobispal, de Xelmirez, que está adosado a la Catedral por el lado noroeste.
Por ser hija de un periodo de transición, en las trazas de esta fachada, conviven los estilos barrocos y neoclásicos. Clemente Fernández Serela edificó el cuerpo interior  en el que predominan los dos grandes escudos arzobispales. Domingo Lois de Monteagudo, intervino, por decisión de la Academia de Bellas Artes, para actualizar el estilo hacia el neoclásico y fue el autor del cuerpo superior  de la fachda, de estilo Jónico y presidido por la imagen de la Fe, con los ojos vendados. En la Cima del frontón  se eleva la figura del Apóstol.
Esta Puerta y fachada, aunque es la 1ª que se encuentran lo peregrinos en su bajada del Camino de Santiago, está a día de hoy, bastante infravalorada, a pesar de ser la fachada, arquitectónicamente hablando, más bonita y espectacular que sus compañeras de Platerias y la Quintana. Por lo menos, para mi.
     Datos hitóricos recopilados.
 
Detalle de la fachada de azabacheria.
 
 
 
 
 
 
 

viernes, 9 de agosto de 2013

Fachadas de la Catedral de Santiago a través de mis gafas

Cada una de las fachadas de la Catedral de Santiago de Compostela, forman, con sus respectivas plazas, magníficos conjuntos urbanísticos: Hemos conocido la barroca fachada de la Catedral, en su parte este, con la espectacular plaza del Obradoiro. Las otras 3 fachadas, sus puertas y plazas respectivas son; la fachada y plaza de la Azabachería; la fachada y plaza de Platerías y la fachada y plaza de La Quintana. Esta última plaza se encuentra en la parte trasera de la Catedral y está dividida por dos planos, separados entre si por , por unas escalinatas de piedra, lo que da lugar a que sean como dos plazas, conocidas como " las Quintanas": La Quintana "de vivos", en la parte de arriba, en la parte de abajo "la Quintana de Mortos", llamada así, porque en otro tiempo fue un cementerio.
Las Quintanas están limitadas por la Catedral( al oeste),por el Monasterio Benedictino de San Palo de Antealtares( al este), la Casa de la Parra en la parte alta de la plaza (al norte), y la Casa de los Canónigos ó de la Conga, en la parte baja de la plaza ( al sur ).
La fachada de la Catedral que da a esta plaza, es otra de las joyas de la Catedral de Santiago. Fue realizada en la segunda mitad del S.XVII. Arquitectónicamente hablando, consta de dos puertas. una de ellas es la Puerta Santa( precisamente, la puerta más cercana a las escalinatas de piedra que dividen la plaza). Siempre está cerrada con una reja, porque la función que cumple es que sólo se puede abrir el 31 de Diciembre del año anterior al Año Santo. Esta orden data del S,XVII, que fue cuando se concedió a la Catedral el privilegio del "Jubileo" ó Año Santo.
La costumbre establece que esta Puerta se abra desde fuera, en una ceremonia, encabezada por las autoridades religiosas y civiles, para entrar en la Catedral, y durante todo el Año Santo, permanecerá abierta, par que peregrinos, fieles y todo el que quiera , puedan entrar a la Catedral desde la Puerta de la plaza de la Quintana, para ganar el "Jubileo" del Año Santo.
En la foto que acompaña esta entrada, se puede ver la gran cantidad  de personas  que aguardan en la cola para poder entrar en la Catedral por la Puerta  de la plaza de la Quintana,( la Puerta Santa), cuando es Año Santo.
 No obstante esta plaza está siempre llenas de gentes que vienen a Santiago, aunque no sea Año Santo y acuden a la plaza de la Quintana para hacerse fotos en las escalinatas.
A mi me encantaba ir, me sentaba en la parte alta de las escalinatas y me distraía muchísimo ver el trajin de aquellas personas tan variopintas, pequeños y mayores, con ropas convencionales, ó con unas pintas que me preguntaba  de donde vendrían, pero todos cargados con sus mochilas, que dejaban en las escalinatas, para subir y bajar por los escalones poniendo "poses" para la foto.
 La plaza de la Quintana, a pesar de ser , arquitectónicamente más austera, que las plazas de Platerías y de Azabachería, tenía siempre más público, además es muy amplia, por lo que allí es donde suelen poner escenarios cuando hay en Santiago algún evento musical. Definitivamente" las Quintanas", son mi plaza preferida; por supuesto después de la plaza del Obradoiro.
 datos históricos recopilados
 
 
casa de la parra de la plaza de la quintana