lunes, 29 de agosto de 2016

Origen de los patios cordobeses a través de mis gafas

Debido a la climatología seca y calurosa de Córdoba los habitantes de la ciudad, 1º los romanos y más tarde los musulmanes, adoptaron la tipología  de casa popular a las necesidades del clima centrando la vivienda en torno a un patio que,naturalmente, tenía una fuente en el centro y en muchas ocasiones, un pozo o aljibe que recogía el agua de lluvia.
Los musulmanes readaptaron este esquema dando entrada a la vivienda desde la c/ a través de un zaguán y colocando abundante vegetación para aumentar la sensación de frescor.
Hay dos tipos de patio, uno de ellos de casa unifamiliar donde las estancias se distribuyen alrededor del patio, suelen estar enclaustrados con suelo enlosado o de mosaico empedrado.El otro tipo de patio es de casa de vecinos, hoy día menos populares, desde donde se accede a las viviendas, suelen tener dos plantas con lo que el patio se enriquece con balcones corridos, escaleras y tejadillos.
Estos patios evocan en mi un sentimiento especial porque me recuerdan a mi madre, que se casó en 1930 y pasó su luna de miel en Córdoba y me hablaba con especial entusiasmo, de como le gustó la ciudad, especialmente La Mezquita y los patios, cuánto le encantaban tantas macetas con plantas tan bonitas, me lo describía todo tan bien y con tanto ardor que al verlos yo, por 1ª vez, era como si ella caminara a mi lado enseñándomelo todo.
Según ella desde 1921 existía el concurso de premiar en Mayo el mejor patio engalanado con macetas con flores artistícamente dispuesta, ella me decía como se las apañaban para regar las macetas que estuvieran tan altas colgadas de las paredes, se valían de una caña larga con una lata pequeña en un extremo con el agua para regarlas. No sé si seguirán regándolas así, pero mientras mi madre me lo contaba yo pensaba que esa manera de regar tenía un gran mérito, pero a la vez pensaba que yo no tendría paciencia para hacerlo.
El barrio más característico por sus patios es el del Alcázar Viejo y la Parroquia de san Basilio, personalmente los patios del barrio judío,en los alrededores de la Mezquita, son los que más me gustaron, no solo por su belleza sino por que algunos me recordaron el patio de la casa de mis abuelos; de todos modos si se va con poco tiempo se pueden dirigir al Palacio de Viana que tiene 12 patios cada uno dispuesto de distinta manera y cada cual más hermoso, no obstante los patios de los barrios populares me parecieron más entrañables.

Una de las cosas que más me agradaron era, que con el calor que hace en Córdoba, al entrar en cualquiera de sus patios se notaba una sensación de fresquito increíble, parecía como si todos los patios tuvieran una especie de microclima propio, supongo que sería de tanto riego, pero la sensación que se sentía era muy agradable.
Por último decir que la U,N,E,S,C,O, en Diciembre del 2012, designó la Fiesta de los Patios Cordobeses como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Creo que es uno de los premios más merecidos que los patios cordobeses puedan ostentar.
el abuelo enseña al nieto a cuidar las plantas
Datos recopilados dewww.turismodecórdoba.org/patiosdecórdoba´
imágenes de Google.








jueves, 18 de agosto de 2016

Mª teresa López la Ciquita Piconera" a travles de mis gafas

Del mismo modo que me interesé por conocer quienes eran aquellas figuras de cartón piedra que representaban a dos mujeres que siempre me encontraba en el parque de la Herradura de Santiago de Compostela y que eran conocidas como las dos Marias, cuando conocí sus vidas me causó una gran impresión e indignación por las injusticias que habian vivido: igualmente cuando supe las injusticias que había vivido la modelo de la Chiquita Piconera, deseo hacerle un homenaje personal.
Se llamaba Mª Teresa López, había nacido en Argentina adonde sus padres habían emigrado, a ella le gustaba de decir que era porteña como la milonga. Cuando tenía 14 o 15 años regresó con sus padres a España, se establecieron en Córdoba, conoció al pintor Julio Romero de Torres, que tenía fama de conquistador, en 1929 a través de una modelo que la llevó al estudio del pintor, que quedó deslumbrado por su belleza; él tenía 40 años más que ella y una cirrosis que estaba acabando con él.
Verla a ella pareció darle vida y se dedicó a pintarla con auténtico esmero, pintó hasta 9 cuadros con ella como modelo y le pagaba, al principio, 3 ptas la hora por quedarse en el estudio hasta que él la necesitara; cuando ella quiso acabar con todo ya cobraba 8 ptas la hora, aunque su amistad no duró mucho ya que el pintor murió en 1931.
Cuando la gente vió el cuadro de la Chiquita Piconera opinaron que era muy atrevido, por lo que dada la fama de conquistador del pintor todo el mundo habló de que había un romance entre ellos, cosa que ella siempre negó.
Después de morir el pintor empezó el calvario de ella, todos la insultaban por la calle, le decían de todo, se marchó de Córdoba, se casó, tuvo una niña que murió a los 3 días de nacer, su marido se separó de ella con lo que eso significaba en aquella época, se gana la vida como puede, cosiendo y guisando para otros y la gente empezó a olvidarla.
En 1953 su nombre volvió a sonar cuando se emiten sellos de Correos con su imagen y el Banco de España pone su rostro en los billetes de 100 ptas, con lo que su imagen pasó por las manos y bolsillos de todos los españoles hasta 1978 que estos billetes dejaron de circular.
En esos años ella, sola y pobre, cosía olvidada de todos.

Finalmente es acogida en la Residencia de ancianos de San Sebastian  de Palma del Rio. Falllece en el Hospital de Los Molares de Córdoba en Mayo del 2003 a los 89 años.
Esta es a grandes rasgos la vida de Mª Teresa Lopez " la Chiquita Piconera", una mujer que fue tratada sin piedad por una sociedad "conservadora" y " moralista"que no le perdonaba a una mujer lo que aplaudía a un hombre. Desgraciadamente y a pesar de lo que se dice,aún no se ve bien algunos comportamientos en la mujer y se tolera y aplaude, ese mismo comportamiento en un hombre.
De todos modos " la Chiquita Piconera" será inmortal mientras un visitante vaya al Museo  y se extasíe ante su cuadro, que está considerado como la obra cumbre de Julio Romero de Torres.

Datos recopilados de www.lanación.com.ar.
imágenes de Google.














miércoles, 3 de agosto de 2016

La Chiquita Piconera y sus piernas a través de mis gafas

La 1ª vez que fui a Córdoba tenía gran interés en conocer el Museo de Julio Romero de Torres, la plaza del Potro donde está situado el Museo y ...¡¡cómo no!! poder contemplar el famoso cuadro de La Chiquita Piconera del que había oído hablar tanto y del que conocía las coplas que hablaban del amor del pintor por su modelo.
Cuando llegamos a Córdoba nos dirigimos a la célebre plaza del potro, aquella plaza en la que "cuando en la noche Córdoba dormía era como un llanto la fuente del potro, el pintor gemía...."
Me encantó la plaza, era cuadrangular con uno de sus lados con salida hacia el Guadalquivir, también me gustó la fuente del potro con un gran pilón redondo, en medio del pilón una especie de pilar rematado por una gran piña de la que salían 4 chorros de agua, en lo alto de la piña el célebre potro con sus patas delanteras levantadas como dispuesto a trotar, el rumor del agua cayendo en la fuente le daba un aire refrescante; casi frente a la fuente estaba la casa- museo de Julio Romero de Torres, a donde nos dirigimos, recuerdo que tenía un precioso patio a la entrada de la casa, dentro estaban expuestos los cuadros del pintor, yo busqué el de la Chiquita Piconera, cuando por fin la vi comprendí comprendí el porqué de la fama de aquel cuadro; aquella mujer-niña que me miraba era preciosa con inmensos ojos negros de mirar profundo, su nariz recta y perfecta así como sus labios y sobre todo su barbilla que me recordó la de mi madre. La modelo aparecía sentada en una silla de enea inclinada hacia delante con una badila entre sus manos para remover la candela del brasero, que estaba en el suelo entre sus piernas entreabiertas, estas piernas estaban cubiertas por unas preciosas medias de seda. El pintor le había dado tanto realismo a las medias que parecían que solo con tocarlas se podía percibir la suavidad de la seda. Al ver aquellas medias sentí una intensa emoción, recordé que cuando yo 
FUENTE DEL POTRO Y FACHADA DEL MUSEO
era pequeña mi madre tenía unas medias de seda iguales a las que yo estaba viendo en aquel cuadro,
mi madre se ponía aquellas medias solo cuando se vestía de "tiros largos" y a mi me gustaba pasar mis dedos por sus piernas tan suaves y brillantes, mientras ella se reía porque decía que la hacía cosquillas. Ahora las tenía allí, delante mía. Sentí como las lágrimas acudían a mis ojos.
A partir de aquel día cada vez que fui a Córdoba mi 1ª visita era para la Chiquita Piconera.¿ Quién me iba a decir que sus medias se iban a convertir en mi talismán?.
La última vez que he ido ha sido cuando llevamos a mis nietos a conocer la Mezquita, fue en las Navidades del 2,013, me sorprendió la reforma que le habían hecho al Museo, tengo que reconocer que lo han dejado magnífico, pero a mi me parecía más familiar y más entrañable el antiguo Museo en el que no había tanta gente y yo podía llorar más a gusto. Aunque parezca una tontería tengo que decir que a pesar de mis lágrimas yo sentía allí una gran paz interior.
Ya me había ido interesando por la vida de la Chiquita Piconera, no por la modelo sino por la persona. En la próxima entrada y como homenaje a ella escribiré lo que sé al respecto.
fotos de internet,
PLAZA DEL POTRO EN LA NOCHE CORDOBESA.