viernes, 30 de junio de 2017

Tortilla de patatas sin huevos a través de mis gafas

Prácticamente todas las familias que vivían en Las Minas del Castillo tenían, en la parte de atrás de sus casas, un gallinero, donde las galllinas les proporcionaban huevos y de esta manera, no tenían que comprarlos. También, en la parte de atrás del Cuartel, había gallineros, uno para cada familia. A mi madre le facilitaron una gallina clueca, compró huevos, llenó una  grande de cartón, de paja, en el centro de la caja, colocó los huevos, la gallina en seguida se colocó encima de aquellos huevos, a los que les daba calor con su pechuga, al lado de la caja tenía su comida y su agua la gallina, que se convirtió en la reina de la casa, nos tenía a todos pendientes de que todo funcionara bien.
Por fin, creo que a las 3 o 4 semanas iban saliendo los pollitos de dentro de los huevos, que ellos mismos picoteaban desde dentro del huevo.
Para mi, todo esta proceso fue algo tan extraordinario, que nunca se me ha olvidado; me llevaba todo el día esperando que los pollitos, tan pequeños, rompieran el cascaron para nacer. Con el tiempo, cada vez que mi madre echaba una gallina clueca con los huevos, ya no me llamaban tanto la atención, solo le pedía a Dios, que nacieran más pollos que gallinas, porque cuando, aquellos pollos eran algo más grandes, mi madre los hacía con tomate, aquel día era una fiesta en casa, la comida.
Pero los comienzos de esta cuento de la lechera (que es verídico) fueron un poco duros, porque mientras las primeras camadas de pollitos crecían y los que fueron gallinas empezaron a poner huevos, cuando mi madre hacía una tortilla de patatas para cenar, si había dinero en casa,  compraba huevos, si no lo había, hacía una gran tortilla de patatas si huevos. ¿como?. Mi madre, que tenía tanta imaginación como yo, ponía patatas peladas a cocer, luego las estrujaba con un tenedor, les añadía ajos, cortados muy menudos, previamente fritos y dorados, le añadía leche, para suavizarlos y ya, como si tuvieran huevos, hacía la gran tortilla en un perol. Salían doradas por ambos lados y estaban , para chuparse los dedos.
Reconozco que estas "tortillas" terminaron por gustarme más que las que tenían huevos, sencillamente, porque salían más grandes y el trozo, que me pertenecía era mayor.
imágenes de Google.












5 comentarios:

  1. Que ricas las tortillas de patatas con esa receta que yo tambien las probé y los pollitos no te digo lo que disfrutabamos mi hermana y yo cuando los veiamos salir del cascarorón pero una vez le echamos huevos de pato y habia una alberca de agua para regar la huerta se iban los patitos nadando y la gallina llamandolos desde fuera era algo gracioso, se vendian los pollitos y se dejaba un gallo para la nochebuena cosa rica no lo que comemos ahora. Sigue con tus gafas que me traen muy buenos recuerdos oooxxx.

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    1. ¡¡¡Qué aiegría de saber de ti, ya creía que te habías ido de vacaciones¡¡¡Me encanta lo que me cuentas de tus patitos y la pobre gallina llam,andolos cuando se iban a la alberca. Aquellos tiempos ,no es que fueran mejores que ahora, pero si, eran mas auténticos y nos daban opción a pensar, ahora la "caja tonta" se encarga de pensar por nosotros y así nos luce el pelo. Tengo ganas de volver a emmpezar nuestras clases de memoria, ya Miguel fue a apuntarnos para el próximo curso, te deseo un felz verano

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  2. ¡Ay Antoñita! Me haces regresar a la infancia. Yo también disfruté de esas tortillas, pero en vez de ajos, mi madre ponía cebollas doraditas y la dejaba un buen rato a que tomara sabor, luego a fuego lento cuajaba la tortilla como dices ¡Qué ricas! Yo las hago de vez en cuando.

    Simpáticas y bonitas las fotos que decoran tu entrada, que tanto me gustan.
    ¡Ojito con perder tus gafas que te doy trás trás.

    Que tengáis todos un buen verano.
    Besos.

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  3. Por lo que veo, a todos nos gustaban las tortillas sin huevos y hoy las compran hechas¡¡qué tiempos estos!!pero los nuestros eran más auténticos, me gusta que te guste mi entrada, todavía hay otra "barrabasada" que me hacía acostarme muy "calentita" en invierno, Muchos basos.

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  4. Estoy de vacaciones pero no por eso dejo de mirar tus entradas que me traen buenos recuerdos pero ya estoy deseando de estar con vosotros tomando un café en el club de la amistad. Si miras mi blog veras los tres días que he pasado en mi pueblo, besos y hasta pronto.

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