martes, 12 de enero de 2010

EL HADA MÁGICA ( colección cuentos para mis nietos)

Este cuento fué el 1º que escribí y lo que intento en el, es hacer resaltar la figura de la madre.
Había una vez un bonito pueblo donde vivían dos hermanitos,Juanmi y Blanca.
A las afueras del pueblo habá un frondoso bosque adonde los solía llevar su abuelita a jugar.
Aquel día, aunque era invierno, hacía un día esplendido;asi que la abuelita les propuso ir al bosque después de almorzar. Ellos se pusieron muy contentos y después que comieron se marcharon y jugaron a muchos juegos,más tarde jugaron al escondite y estaban tan entretenidos que no se dieron cuenta, de que se había nublado mucho.
Cuando escucharon el 1º trueno se asustaron y la abuelita les dijo que había que volver a casa y empezaron a caminar, mientras se oían los truenos cada vez más cerca, llovía y se había oscurecido mucho y entre el miedo que llevaban, se perdieron.
La abuelita tenía tanto miedo como ellos dos, pero no podía demostrarlo, tenía que darles ánimos y de pronto, cuando más asustados estaban los tres, se oyó un galope y aparecíó delante de ellos, un precioso caballo blanco, con las crines y la cola del color del Arco Iris; los niños y la abuelita se quedaron asombrados, pero más se asombraron cuando oyeron hablar al caballo ¡¡Era un caballo Mágico!!!.El caballo les pregunto que si querian salir de allí,como es natural ellos tres dijeron que si y el caballo subió a los niños y a la abuelita encima suya y para cuando salieron del bosque ya había dejado de llover, lucía el sol y había salido un Arco Iris precioso.
El caballo empezó a subir al trote por el Arco Iris y cuando llegaron al otro extremo vieron que habían llegado a un pueblo increible de bonito;las paredes de las casas eran de chocolate y los cristales de las ventanas eran de caramelo, había muchos árboles de los que colgaban montones de chuches de todas clases, también había mucha fuentes y de sus caños salían chorros de refrescos, Coca Cola y leche merengada, en el parque había muchos columpios y toboganes de todas clases y por todas partes había globos enormes de todos los colores.
Juanmi y Blanca estaban con la boca abierta de asombro y admiración de ver lo felices que eran los niños en aquel pueblo, donde todo parecía Mágico;entonces el caballo del Arco Iris les preguntó que si se querian quedar allí para siempre.La abuelita dijo que ella se quería ir a casa y los niños iban a decir que se querian quedar, cuando se acordaron que allí no estaría mamá,para cuidarlos cuando se pusieran malitos y además¿ quién los taparía en las frías noches de invierno cuando ellos se destaparan? ¿Quién los llevaría al cole donde lo pasaban guay?, ¿Quién les ayudaría a hacer los deberes? ¿Quién lo llevaría a Isla Mágica y les daría una chuche cuando comían bién?, ¿Quién les daría bonitos besos cuando se portaban bién?. No, ellos no querían estar allí sin mamá,aunque aquello fuera lo más bonito que habían visto nunca.
El caballo los escuchó con atención y les dijo que al querer irse con mamá era lo mejor que podían escoger, les dió dos bolsas de chuches para que la compartieran con sus amiguitos del cole y montó encima de él a la abuelita y a los niños y los llevó a su casa, en donde los estaban esperando, con los brazos abiertos, papá,el abuelo y sobre todo, estaba Mamá. Ella si que era su HADA MÁGICA.
Antonia González. A.A.de Gines

1 comentario:

  1. Antonia, este cuento, te ruego me lo envies a mi correo, que mis nietecitos lo oirán boquiabiertos, como siempre.
    ¡Enhorabuena,"cuentista"!

    Tenemos todo un lujo en A.A con estas aventuras.
    Un besote gordo.
    Yo, la de siempre.

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