viernes, 15 de noviembre de 2013

El Tribunal de las aguas de Valencia a través de mis gafas

El Tribunal de las aguas de la Vega de Valencia es más antigua institución de justicia existente en Europa, En tiempos de los romanos ya existía alguna institución que resolvía los problemas del agua en tierras de Valencia; sin embargo la organización que se heredó hasta nuestros días data de los tiempos de Al Ándalus, muy posiblemente, de la época del Califato de Córdoba, perfeccionándose desde la conquista del reino de Valencia por el rey Don Jaime.
El Tribunal de las aguas es un modelo de justicia reconocido por todas las ideologías, culturas y pueblos que configuran la rica personalidad valenciana, ha resistido el paso del tiempo y ni la Valencia foral, ni el centralismo borbónico de nuevo cuño, ni la "Pepa" con su Constitución de 1,812 restaron jurisdicción a este tribunal que la Constitución española de 1,978, el Estatuto de Autonomía de Valencia, la Unesco y otros Organismos de ámbito internacional, valoran y tienen en gran consideración.
La escasez del agua para el riego de la fértil vega de Valencia ponen de relieve las bondades de la huerta de Valencia y la necesidad de una sabia, equitativa y justa distribución del agua que había de llegar a las 17,000 hectáreas de tierras de regadío a través de un complejo sistema de acequias madre, con sus brazos e hijuelas(" sequiols y sequiolets") que tomaban el agua del rio Turia.
De ahí nació el concepto de "fila"( parte sacada de un total ) que no es un volumen fijo de agua, sino un volumen variable en función del caudal total del rio. La organización de los riegos necesita de una institución que cuide de la administración del agua y de la observación de las normas con que la sabiduría y experiencia del hombre de la huerta la fue dotando.
Las Comunidades de las acequias se rigen por viejas ordenanzas, transmitidas por vía oral desde tiempos de los árabes y escritas  desde principio del S.XVIII. Una junta administrativa, elegida democráticamente  entre todos los miembros de la Comunidad, vela por el cumplimiento estricto de las normas. Todos ellos deben ser labradores, cultivadores directos de sus tierras y con reconocida fama de hombres honrados. Suelen ser 8 miembros con un presidente que entre ellos mismos eligen, Se reúnen todos los jueves y dilucidan sus turnos de riego, las obligaciones de limpieza de canales y acequias, pago de aportaciones para gastos generales de la Comunidad etc.
Los hombres del Tribunal visten con el clásico blusón negro del huertano.
Sin duda ninguna el Tribunal de las Aguas es la más antigua institución de justicia existente en Europa. Su reunión semanal se celebra, desde su inicio, cada jueves del año en el lado derecho de la gótica puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia donde el alguacil ha puesto 8 sillones, haciendo círculo, luego rodea estos sillones con una verja de hierro; esta ceremonia constituye cita obligada para agencias de turismo, visitas escolares o simples visitantes, que se congregan a su alrededor a la espera de que las campanas del "Miscalet" de la Seu den las 12 horas para contemplar el funcionamiento del Tribunal de las Aguas
 

 
El alguacil va nombrando todas las acequias, si hay alguien que tenga una queja o reclamación que hacer , al ser nombrada la acequia  ala que pertenece, entra en el círculo y expone sus quejas que deben ser en lengua valenciana, la decisión que tome el tribunal es inapelable.
No se puede creer que se trata de un organismo folklórico, todo lo contrario pues tras esa sencillez  y simplicidad de funcionamiento, sin protocolos ni formulas jurídicas  se esconde un modelo de justicia que el hombre de la huerta ha respetado en esta milenaria institución, que ha sobrevivido a todas las reformas legislativas, siendo siempre apreciado por su singularidad y perfecto funcionamiento constituyendo, sin ninguna duda, uno de los bienes más preciados, heredados de la cultura valenciana.
Yo tuve el privilegio de contemplar esta ceremonia un jueves y aún recuerdo como me emocioné al recordar que hacía siglos que este rito se celebraba, tal como yo lo estaba viendo en esos momentos y donde se imparte auténtica justicia. En estos momentos no puedo menos que establecer una comparación con la justicia del Tribunal de la Aguas y la "justicia" de nuestro días que , amparándose  en los Derechos Humanos sacan de las cárceles a los asesinos terroristas y otros asesinos de la misma calaña. Siento indignación y no puedo más que preguntarme y los  Derechos Humanos de las victimas y sus familias ¿ donde están?.
El Tribunal de las Aguas fue declarado en el año 2, 009 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
 
datos históricos recopilados.

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