sábado, 4 de enero de 2014

El beso de carmin. Cuento de Navidad

Este cuento lo escuché la semana pasada en un programa que se llama "juntos paso a paso" y que emite Radio Nacional de madrugada. Me gustó muchísimo por el fondo de ternura que tiene y quiero compartirlo con mis seguidores. Lógicamente no todas las palabras son exactamente iguales a las palabras que escuché( hasta ahí no llega mi memoria) pero su esencia si es la que trato de reflejar, espero que les guste. El cuento se titula "El beso de carmín" y dice así.
El niño estaba sentado en un banco observando el patio que estaba encharcado por la lluvia, lo miraba con avidez como si con la vista quisiera secarlo, el patio era el lugar donde jugaba al futbol. Entre sus pies tiene un balón un poco desinflado y cuando le da patadas sueña con ser un día un gran jugador.
Suena la campana llamando para la merienda, el niño se levanta de mala gana arrastrando los pies, en la suela de uno de los zapatos hay un pequeño agujero y se le moja un poco el calcetín, pero no piensa de decir nada, ya se darán cuenta y le darán unos zapatos que a otro compañero se le hayan quedado pequeños. Ahora tomará su merienda, unas chocolatinas envueltas en papel de brillantes colorines y que traen cromos de futbolistas famosos, pero Amalia les quita antes los cromos y los guarda, luego cuando junta muchas los reparte entre todos. Amalia es muy buena, viene todas las mañanas y se va al anochecer, el niño la sigue hasta que Amalia cierra la gran  puerta  tras ella, al niño le gustaría irse con ella.
Ayer le pidió a Amalia que le dibujara un beso en la última página de su cuaderno, Amala se queda perpleja, no sabe como dibujar un beso, abre su bolso saca una barra de carmín, se pinta los labios, luego posa sus labios sobre la última página del cuaderno y allí queda estampado el beso. El niño se guarda el cuaderno en su pecho y cuando se van todos al dormitorio él pone su cuaderno debajo de su almohada. Anoche durmió, por 1ª vez sin tener miedo a la oscuridad, tenía la impresión de que unas manos blancas, como las palomas, lo arropaba, y se durmió plácidamente mientras en su boca se dibujaba una linda sonrisa, tan preciosa, o más, que la sonrisa que tenía el Niño Jesús que estaba en el Belén que han puesto en la Capilla, esa noche soñó que ya tenía un beso, un beso que no recordaba haber recibido nunca.
 


4 comentarios:

  1. Ciertamente, es de una gran ternura, cuesta muy poco usar empatía si se tiene profundos y nobles sentimientos.

    ¡¡¡Precioso!!!

    Ya echaba de menos los cuentos, que aunque con argumento básico recopilado, lo has confeccionado muy a tu estilo.

    Un cuento de Navidad muy bonito.
    Que los Reyes sean generosos contigo.

    besos.

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  2. Sabía que te gustaría porque tú y yo somos de la misma escuela, un poco antigua pero me hace sentirme orgullosa, la escuela tuya y mía es la de los sentimientos a flor de piel,..Ahora se llama "cutre"bueno pue vivan las "cutritas com nosotros. un beso grande en tu hombro para que se te pase un poquitp el dolor y otro besito para mis "añadidos"

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  3. Precioso ,Antonia tu cuento, aunque cortíto cosa rara en ti, pero se ve la delicadeza y sensibilidad que encierra, ya nos veremos en la memoria besooos.

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  4. gracias por tu comentario, ya tengo ganas de volver a nuestras clases de entrenamiento de la memoria, Margarita ya irá el próximo Sabado, gracias a Dios ya parece que han pasado los males de su casa así que volvemos a estar otra vez las de siempre u beso para ti

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