Adios a Gran Canarias

Un dìa del mes de Marzo del 2,010, le dijimos adiós a Gran Canaria. Volvíamos a la Península; habían destinado a Miguel a Valdemoro( Madrid), alquilamos un apartamento en Pinto ( Madrid).

Teníamos que embarcar el coche en el Puerto de Las Palmas, hasta Cádiz y Miguel me propuso que nos viniéramos también en el barco. A mi no me gusta mucho viajar en barco, prefiero el avión, pero comprendí que Miguel llevaba razón y acepté ¡¡Qué viajito madre mía!!. El barco, magnífico, pero el mar estaba un poco enfadado y el barco se movía tanto que yo no veía la hora de llegar a Càdiz ¡¡Dios mío qué dos días con sus noches!y ¡¡además lloviendo!!: Cuándo por fin desmbarcamos en Cádiz le dije a Miguel" si quieres viajar otra vez en barco, te vas a ir tú sólo, yo prefiero ir andando sobre las aguas, igual que hizo el Señor". Todavía se rie Miguel cuando recuerda lo enfadada que yo estaba.

Cada vez que estoy tiempo en un lugar, vuelvo a casa con una mezcla extraña de alegría ya tristeza; alegría porque iba a Pinto y podìa ir a nuestra casa de Sevilla, todos los fines de semana, podía ver más a menudo a mi hija y , sobre todo, salir con mis amigas y sus maridos, ir a cenar y llevarnos hablando hasta la madrugada; en una palabra, a lo mío de siempre.

Por otra parte sentía tristeza ; atrás quedaba aquella tierra maravillosa en la que había encontrado cosas que me habían enriquecido, otras costumbres, otra cultura, otros sitios y paisajes únicos y fantásticos y sobre todo,AMISTAD, amigos que nos habían abierto sus brazos y las puertas de sus casas,amigos que me enseñaron cómo querian a su tierra por encima de todo, cómo amaban sus impresinantes Cumbres y su querido mar. A este respecto quiero decir que, cuando ya estábamos en Sevilla, invitamos a unos amigos muy queridos, a conocer Sevilla, vinieron y, como es lógico nos desvivimos por enseñarles, no sólo Sevilla sino "nuestro" mar de Cádiz y Huelva. Quedaron encantados con todo lo que vieron y con mucho cariño, pero con firmeza, nos dijeron que nunca olvidarian lo que habían tenido la oportunidad de ver, pero que nunca serían capaces de vivir en Sevilla porque el mar quedaba muy lejos y además Sevilla no tenía Cumbres. No me molestaron sus palabras al contrario me

emocioné, porque este es el canario, con un amor sin límites por su tierra y su mar. Por eso dentro de mi, a pesar de que volvía a casa,sentía una cierta tristeza por dejar aquella tierra, donde sus habitantes, saben vivir y disfrutar, desde las cosas más simples hasta las más fantásticas.

En la próxima entrega de este blog, volveremos al Norte de nuestra querida España, concretamente a Asturias: Trataré a través de mis gafas reflejar, lo más fielmente que pueda, los lugares que tuve el privilegio de conocer;desgraciadamente, para mi, no estuve en Asturias en "todas las ocasiones", podré contar sólo lo que vi y disfruté de Asturias, tierra de la Reconquista, cuna de Pelayo, de Melchor Gaspar de Jovellanos, de Severo Ochoa,premioNóbel de Medicina y fisiología, cuna de Santigo Carrillo , recientemente fallecido,y cuna de tantos hombres y mujeres que llevan el amor a su tierra, como estandarte.