lunes, 16 de marzo de 2015

Comer en Segovia a través de mis gafas

Después de ver los maravillosos monumentos del Acueducto y el Alcazar de Segovia, se imponía la necesidad, urgente, de visitar otro maravilloso monumento que nos daría tanto, un gran descanso como un gran placer, y al que nos encaminamos con la boca echa agua. Este anhelado monumento era ¡¡¡el Mesón Asador Casa Duque!!!. Allí estaba, esperándonos con los brazos abiertos, muy cerca del Acueducto en la c/ Cervantes, creo recordar que hace esquina con otra c/. En la parte posterior, en los bajos del local, está el horno de asar alimentado de leña de pino, día y noche encendido y caliente. Al lado un suntuoso comedor con gran chimenea al que llaman Sta Maria la Real de Nieva; a su vez, al fondo de la entrada principal, se encuentra otro comedor llamado Sepúlveda y en la 1ª planta hay otros dos comedores dedicados, respectivamente, a Cuéllar y a Riaza, con esto, Duque, quiere rendir homenaje a cada una de las 4 cabezas de partido judicial de la provincia de Segovia.
Me gustó enterarme de estos detalles que me hablaban del amor a su tierra de este hombre, tan amable como hospitalario, llamado Dionisio Duque. En aquel entonces él era la 3ª generación del famoso Mesón Asador, cuya especialidad era el asado de cochinillo y cordero, amén de una exquisita cocina y  especialidades gastronómicas segovianas.
Las paredes del comedor estaban llenas de menciones y trofeos tanto nacionales como extranjeras y fotos de personalidades famosas, entre ellas del Rey, políticos, y artistas. Aquello era un museo.
A nosotros nos recibieron con una cordialidad y simpatía que nos hizo sentirnos muy a gusto, con nosotros venía también un amigo y compañero de Miguel que  estaba tan encantado como nosotros. De 1º pedimos crema de cangrejos, de rechupete, de 2º el célebre cochinillo asado que venía, el pobre,con una carita compugida que daba pena y al que el camarero troceó con un plato, que es lo típico, estaba tan rico que, la verdad, no me acordé de la pena que me había dado su carita, en verdad que fue un bocado exquisito; de postre, yo pedí,arroz con leche que desde pequeña era y es mi postre preferido. Mi madre lo hacía exquisito, nunca a través de los años he vuelto a comer un arroz con leche como el de mi madre, de hecho cada vez que voy a comer a algún restaurante siempre pido ese postre; nada que ver como el de ella, por eso pedí ese día arroz con leche y cuando empecé a tomarlo noté que superaba al de mi madre. Como buena "Gourmet"de mi postre preferido, empecé a saborearlo despacio para probar en que se diferenciaba del de mi madre, estaba caldoso como el de ella, igual de tierno y dulce, por fin noté que tenía una gran cremosidad que lo hacía más apetecible. al punto que mis papilas gustativas se desmadraron y fue para mi un pecado mortal de gula saboreado al máximo. Me supo a poco.
En aquella época Dionisio Duque solía venir a la mesa a saludar a los comensales y preguntaba que nos había gustado más del menú que habíamos tomado; yo en seguida le hablé del arroz con leche y lo  cremoso que estaba a diferencia del que, hasta entonces había comido; Duque me dijo que tenía que gustarme mucho el arroz con leche para haber notado donde estaba la diferencia; yo le hablé del que mi madre hacía y como lo hacía y él, que había traído un folleto con su foto dedicada y dentro la receta de lo que habíamos comido, me dijo que efectivamente el secreto que le daba esa cremosidad a su arroz era que el ponía 2o3 cucharadas de mantequilla al empezar a hacerlo; yo le agradecí su atención y desde entonces mi arroz con leche me sale riquísimo. ¡¡ah!!el folleto con las recetas y su foto dedicada lo conservo como un tesoro; la carátula del folleto es el que os pongo a continuación.



2 comentarios:

  1. Leyendo esto me arrepiento de haber pasado por Segovia rápidamente y no haberme parado a comer. Sabía de las excelencias del restaurante, pero ahora sé que la próxima vez no me perdonaré visitar a Dionisio.

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  2. Y no te arrepentirás; lo que ocurre es que ahora llevan el restaurante los hijos de Dionisio, Julian y Marisa, creo que Julian sigue atendiendo en el mismo restaurante y Marisa ha abierto otro, aunque da igual porque siguen en la línea de su padre y atienden con la misma atención y cordialidad que su padre. Te mandé un email a tu correo felicitándote por tu magnífico pregon,un abrazo.

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